- El concepto "Summer Slide", hace referencia a la pérdida de las habilidades académicas, cognitivas o sociales adquiridas cuando los niños interrumpen su rutina educativa y terapéutica durante los meses de verano.
- Desde anda CONMiGO, referentes en metodología terapéutica integral, advierten de la importancia de destinar parte del periodo vacacional a mantener rutinas estructuradas y actividades que refuercen los aprendizajes logrados a lo largo del curso.
En España, más de 8 millones de niños y jóvenes se encuentran escolarizados en enseñanzas no universitarias, lo que supone un incremento del 0,1% frente al curso anterior, según el informe Datos y Cifras. Curso escolar 2024-2025 publicado por el Ministerio de Educación. A lo largo del año, estos estudiantes internalizan una gran variedad de contenidos, al tiempo que desarrollan competencias sociales y emocionales clave para su crecimiento. Sin embargo, España junto con Grecia, es uno de los países europeos con las vacaciones de verano más largas, lo que implica una interrupción educativa significativa.
Durante estos meses de desconexión, la falta de estímulos puede provocar un retroceso en el desarrollo de muchos niños, especialmente en aquellos que presentan trastornos del neurodesarrollo, dificultades específicas del aprendizaje o necesidades educativas especiales. Este fenómeno, conocido como "Summer Slide", no solo afecta al rendimiento académico, sino también a la conducta, la motivación y las habilidades sociales adquiridas cuando los niños interrumpen su rutina educativa y terapéutica durante el periodo estival. Este retroceso se explica en parte por la denominada curva del olvido, una teoría que explica cómo según pasa el tiempo, se va deteriorando la memoria si no se refuerza lo aprendido.
En este contexto, se hace evidente la necesidad de mantener durante el verano actividades estructuradas que activen funciones ejecutivas, estimulen la memoria de trabajo y refuercen el aprendizaje significativo. La planificación de juegos didácticos, rutinas de lectura, y espacios de socialización guiada son claves para prevenir este declive y facilitar una vuelta al aula más eficaz en septiembre.
Según explica Irene López, psicóloga y directora del centro anda CONMiGO de Boadilla del Monte “aunque es fundamental que los niños disfruten del verano jugando y compartiendo tiempo con sus familiares y amigos, también es recomendable dedicar cada día un momento a actividades que estimulen su desarrollo. La ausencia de rutinas, la reducción de estímulos y la interrupción de terapias pueden provocar retrocesos en los logros alcanzados durante el curso escolar, dificultando su readaptación al regresar a las clases”.
Así las cosas, los programas o campamentos de verano terapéuticos no solo previenen el "Summer Slide", sino que suponen una oportunidad de intervención positiva y continuada en el desarrollo del menor. A diferencia de las tareas tradicionales o cuadernos de ejercicios que pueden resultar monótonos o poco motivadores, estos programas están diseñados desde una perspectiva neuroeducativa y multisensorial, combinando el juego con el aprendizaje y el trabajo terapéutico.
En entornos estructurados y adaptados, se potencian habilidades clave como la lectoescritura, el razonamiento lógico y diversas funciones cognitivas, todo ello mediante actividades lúdicas que mantienen el interés y la motivación del niño. “Sabiendo la importancia de seguir estimulando el cerebro de los más pequeños, en anda CONMiGO hemos diseñado programas intensivos y de refuerzo tanto individuales como grupales. Su enfoque combina diversión, aprendizaje y terapia en un entorno seguro, con profesionales especializados que acompañan cada proceso”, asegura Irene López, directora técnica del centro.
En el caso de niños con trastornos del neurodesarrollo, como el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), discapacidad intelectual o dificultades del aprendizaje, el impacto de la interrupción de la rutina puede ser aún más relevante. El tiempo que tarda un niño o niña en desconectar de su rutina varía según su perfil y necesidades específicas, pero en muchos casos clínicos se observa que tras 3 a 5 días sin estructura ni acompañamiento terapéutico, algunos menores empiezan a mostrar signos de desorganización emocional, dificultades en la autorregulación o retrocesos en capacidades previamente adquiridas. Estos perfiles suelen beneficiarse de una estructura predecible y del acompañamiento terapéutico especializado. Por ello, cuando desaparecen estos apoyos durante el verano, puede producirse una regresión en habilidades académicas, sociales y funcionales, afectando tanto al rendimiento como al bienestar emocional del menor.
Los programas terapéuticos de verano permiten, además, reforzar aspectos fundamentales del desarrollo emocional y social: mejoran el vocabulario, la autorregulación, el establecimiento de vínculos positivos y favorecen una adaptación más fluida al entorno escolar en septiembre. En el caso de los adolescentes, se trabaja en la adquisición de hábitos de estudio eficaces, reducción del estrés, mejora de la autoestima y habilidades para la gestión familiar y emocional.
Por tanto, las vacaciones de verano no deben ser vistas sólo como un paréntesis entre cursos, sino como un periodo idóneo para consolidar aprendizajes, fortalecer competencias y preparar al niño o adolescente para el próximo ciclo educativo. Contar con el acompañamiento de profesionales expertos y con programas adaptados a las necesidades individuales permite no solo prevenir la regresión, sino impulsar su desarrollo con seguridad, autonomía y motivación.
*Detalle sobre los cursos de verano anda CONMIGO
Programas de refuerzo grupales e intensivos individuales, de entre 3 y 5 horas al día, para cubrir diferentes necesidades y edades.Para más información:
· Programas Intensivos:
· Programas de refuerzo:
Sobre Anda CONMiGO
Anda CONMiGO, referentes en metodología terapéutica integral para el desarrollo infantil y adolescente, con centros especializados a nivel nacional e internacional, nace para ayudar a grandes luchadores: niños/as, adolescentes y padres que, por situaciones de prematuridad, síndromes, retrasos madurativos, discapacidad u otro tipo de necesidades como problemas del lenguaje, psicológicos o psicopedagógicos, sufren al no saber cómo o dónde llevar a sus hijos para ayudarles a superar, día tras día, su necesidad terapéutica.